MÁS DE 1.000 ALUMNOS MADRILEÑOS DE ENTRE 11 Y 14 AÑOS ASISTEN EN LAS AULAS A ACTIVIDADES DE SENSIBILIZACIÓN SOBRE EL PELIGRO DE LOS PLÁSTICOS PARA EL MEDIO AMBIENTE

Madrid, 28 de abril de 2022.– En 46 aulas de 14 colegios e institutos de la Comunidad de Madrid, los alumnos de entre 6º de Primaria y 2º de ESO están más al corriente que muchos adultos del peligro que suponen los plásticos para el medio ambiente. Cualquiera de esos 1.028 niños y niñas podría explicarle que cada año 8 millones de toneladas de plásticos acaban en los océanos y mares, y que para el año 2050 probablemente habrá en los océanos más plásticos que peces, si no lo remediamos. Contenidos de este tipo son los que aprenden en los talleres de sensibilización de Seres Plásticos, un proyecto de la iniciativa Salud Ambiental en la Escuela que desarrolla la Fundación Vivo Sano gracias al apoyo de la Convocatoria de Medioambiente y Desarrollo Sostenible de CaixaBank y Fundación Montemadrid.

Durante los talleres, conducidos por educadoras licenciadas en Ciencias Ambientales, el alumnado se sumerge en el comportamiento del plástico en el ámbito terrestre y marino, analiza las distintas acciones humanas que influyen en la contaminación, y aprende alternativas al uso cotidiano de este material no biodegradable y altamente contaminante. “El objetivo es enseñar a los adultos del mañana comportamientos imprescindibles para conservar el planeta de forma que podamos vivir en él. Por ejemplo, concienciándoles de la necesidad de reducir los plásticos de un solo uso, y otras acciones cotidianas que, pese a ser pequeñas, tienen un alto impacto en nuestro entorno”, explica Nuria Millán, la responsable de Salud Ambiental en la Escuela y coordinadora de estos talleres.

Para esta experta, “la clave no es solo que los jóvenes de hoy son los que en el futuro recogerán el testigo de la conservación del planeta, sino que muchas veces lo que les contamos son mensajes ya conocidos a los que, sin embargo, gran cantidad de adultos siguen haciendo oídos sordos. Así que no solo educamos a los chavales justo en las edades en las que se empiezan a formar un criterio propio, sino que a través de ellos llegamos también a sus padres de una forma indirecta pero muy eficaz, porque los hijos tienen un gran poder de influencia sobre los mayores e intervienen en las decisiones y comportamientos de las familias más de lo que creemos”.

“Imprimiremos comida en impresoras 3D”

Los talleres de Seres Plásticos no se limitan a la teoría y a los datos, presentados de forma amena y adaptada a estas edades, sino que, además, uno de sus puntales es la creatividad. Por ejemplo, en una de las actividades, los alumnos se tienen que situar mentalmente en su yo imaginario del futuro, dentro de 80 años, y tienen que escribir una carta a su yo actual, explicándole cuál es la situación medioambiental que les espera si no cambian de hábitos y actitudes.

Las redacciones denotan su visión del futuro, que oscila entre el pesimismo más negro y la esperanza de poder llegar a tiempo para revertir la situación. Frases como “imprimiremos comida en impresoras 3D”, “solo se beben refrescos, no queda agua, ya no quedan mares ni océanos”, “la situación es insostenible en la Tierra, todas las misiones espaciales para buscar planetas donde vivir han fracasado”, o bien “en el planeta han crecido muchas plantas y vivimos en casas de madera, los mares y océanos están preciosos, cada familia tiene su huerto de verduras, aprovecha ahora para crear un mundo mejor”, “vivo en una mansión con mis amigos ancianos, los mares tienen muchísimos peces y ya no hay plásticos, han inventado muchos coches voladores” describen cómo vislumbran las próximas décadas.

Las educadoras que conducen estos talleres también se apoyan en otras expresiones artísticas y, así, los niños escriben poemas sobre esta temática, elaboran cuentos e historias de forma cooperativa, escriben e interpretan canciones, muchas de ellas en rap… Los talleres se dividen en tres sesiones para el alumnado y otra exclusivamente para profesores, para incidir en las cuestiones de sensibilización y alternativas en las que luego tendrán que guiar a sus alumnos en el aula durante todo el resto del curso. Además, todos los profesores tienen la opción de participar, al final del proyecto, en una sesión de intercambio de experiencias con el resto de centros educativos para implementar buenas prácticas ambientales y de sostenibilidad.

Este es el segundo año en el que se realizan estos talleres en distintos colegios madrileños. Para Nuria Millán, “este goteo de información es necesario para que no se nos olvide el problema. Por ejemplo, con la covid-19 el consumo de plástico ha aumentado muchísimo y eso ha supuesto un gran retraso en un tema en el que ya se veían avances. Por otro lado, es cierto que ya hay mucha concienciación, por ejemplo, sobre el reciclaje y la reutilización; pero aún queda mucho por hacer, porque la realidad es que todo eso son parches y no soluciones. El verdadero reto es reducir el uso de plásticos y cambiar nuestra forma de consumir, y por eso es tan importante actuar sobre las futuras generaciones”.

Sobre Salud Ambiental en la Escuela:

Salud Ambiental en la Escuela (www.saludambientalenlaescuela.org) es una iniciativa puesta en marcha por la Fundación Vivo Sano en 2014. En este tiempo, más de 57.000 de toda España han recibido formación sobre la relación causa-efecto que existe entre medio ambiente y salud, una relación que tanto la Unión Europea como la Organización Mundial de la Salud recomiendan divulgar entre la población. En este sentido, y ante la ausencia de iniciativas públicas de gran alcance en nuestro país, la Fundación Vivo Sano trata de dar respuesta a dicho llamamiento de organismos internacionales a través de Salud Ambiental en la Escuela, una acción específica dirigida a centros educativos con la que consigue llegar simultáneamente no solo a los alumnos, sino también, a través de ellos, al profesorado y las familias, es decir, a toda la sociedad.

Sobre la Fundación Vivo Sano:

La Fundación Vivo Sano (www.vivosano.org) es una organización independiente, de iniciativa privada y sin ánimo de lucro, orientada a la salud. Trabaja para crear una sociedad más sana donde las personas se encuentren bien en todos los aspectos de su vida, disfrutando de una buena salud física y emocional, de unas relaciones constructivas, viviendo en un entorno saludable. Para ello, promueve hábitos saludables para el cuerpo, la mente, el medio ambiente y la sociedad; fomenta un nuevo modelo de atención sanitaria basado en la medicina integrativa; y vela para que instituciones y legisladores antepongan la salud de los ciudadanos a cualquier otra consideración.